Muy serviciales, amables, buen trato y buena comida

Fuimos 4 amigos a comer. Los que pedimos sushi escapamos bien, pero los que no pidieron sushi (porque querían probar otra comida de la carta) escaparon mal. Las comandas que le deis al japonés dadlas por perdidas, porque no las apunta. Pidieron dos veces lo mismo y las dos veces no llegaban, aparte de ello, sólo comieron un par de platos porque la cocina colapsó y no llegaban platos a ninguna mesa. Una experiencia mala tanto para nosotros como para el resto de clientes, muchos se fueron pagando y otros esperaron. A la hora de pagar, nuestros 2 amigos dijeron que no les parecía bien pagar casi 15 pavazos por directamente no ver los platos que habían pedido. En resumen, el japonés cabreado y gritando, llegando casi a la amenaza diciendo que iban a pagar el doble, los clientes decepcionados y un par de clientes que pagaron 13,95 por algo que no llegaron ni a oler.

La comida pasable y el trato cordial. Lo peor ver sudar al japonés de una manera exagerada que te quita las ganas de comer.

Buenaa relación calidad-precio. Buffet de platos a la carta servidos por camareros en la mesa.

Trato amable, las raciones pequeñas, pero puedes repetir todo lo que quieras. Lo mejor la guioza y el pollo al limón, lo peor, la merluza. Todo muy rico, recomendable también el sushi.

I did not enjoy the food. The service was dreadful. I would only go back if there was a nuclear holocaust and it was the only place to eat

Hemos ido varias veces y al principio nos gustó mucho, sobre todo íbamos por el sushi. Anoche nos hemos encontrado con comida de calidad pésima, el pescado del sushi no sabía a nada, tardaban mucho en atendernos, habían subido los precios, los camareros atendían de malas maneras y se notaba que “temian” al encargado, el cual, sudando a chorros literalmente, hablaba con mucho despotismo. Una pena, pero un tachón, no volveremos. P.D- Especial mención a los champiñones a la plancha (qué eran literalmente 3 rodajas abrasadas) y el pollo al coco, medio crudo, lleno de ternillas... horrible.

Nos encantó el concepto de este sitio, se paga al entrar y luego comes todo lo que te apetece. Las raciones son pequeñas y vienen bien presentadas, con lo cual no sobra comida y si quieres más simplemente pides otra. Excelente. Para repetir.

Nos hicieron pagar como adulto a un niño que no llegaba a lo establecido. En la carta decían una cosa y te lo ponían diferente, siendo, según ellos fallo de carta. Algunos alimentos no tenían calidad junto al desastre de los camareros.