Casa familiar de inmejorable trato y acogida. Lugar tranquilo donde vienen viajeros y turistas de educación y saber estar. No oyes una voz más alta que otra, ni un ruido molesto de vecinos. Está situada en el mismo Camino de Santiago de la costa portuguesa, por lo que encuentras peregrinos de paso a todas horas, de los países más diversos, que eligen este sendero por ser más fresco en verano debido a la brisa del Atlántico. La calle es un empedrado no apto para ruedas ni tacones, que transcurre entre pequeñas fincas con sus casitas de verano. Este barrio de Afife es también agradable porque supone un microclima tropical escondido, pegado a la costa y bajo grandes zonas de bosque. La casa, construida con granito, ha sido decorada con un refinado gusto. Muebles y tejidos dan sensación de cuidado con esmero. Las estancias, limpias y con olor a nuevo. Dispone de una pequeña piscina y solarium para la relajación, por si no quieres ir a las playas. Atienden los mismos dueños y te dan un desayuno digno de príncipes, a base de productos de cosecha propia: mermeladas de higos, de naranja, de grosellas; fresas, aguacates, frutas de temporada y frutos silvestres; panecillos y bollería elaborados en la casa, la misma mañana. Son encantadores y muy educados. Totalmente recomendado para gente respetuosa y delicada.

Nette Leute, prima Frühstück, Zimmer gut Anlage schön

I stayed in this house for one week, many years ago! Love it! The people were so friendly and we had the breakfast include in our stay! I recommend this place it's gorgeous!