Iba a meter a un familiar allí pero me han llegado tan malas referencias de la gerente y del trato que le dan a los ancianos que decidimos optar por otro lugar

Tengo un familiar ahi y estoy muy contento con el trato y la atencion por parte de esta empresa.(Lo unico que buscan y pretenden es el trato correcto para los ancianos)

Acogedor. Buen trato. Atentos. Profesionales

Pésima atención a los ancianos desde el cambio de gerencia. Muy descontenta con el trato que les dan. A la gente mayor hay que tratarla con cariño. Sólo espero que esa gente se de cuenta de que algún día ellos también envejecerán y alguien tendrá que cuidarlos y en ese momento recapacitaran acerca de cuál es el trato que se merece una persona.

Una mala experiencia tanto con los empleados como con la responsable del lugar . Tengo a un familiar en la residencia al que tienen mal cuidado y al que le faltan al respeto, incluso al que han llegado a levantar el tono de voz. Amedrentando a los ancianos. A pesar de las quejas por parte de la familia vemos que la jefa del lugar sigue tratando mal a mí familiar y que lo único que intenta es conseguir que tengan sedados a los ancionos para que le den el menor trabajo posible. Vemos que hay una falta de tacto hacía los ancianos también por parte el equipo . Si alguien no sabe tratar a gente mayor no debería ser el responsable de una residencia. Lo que queremos es que nuestros mayores estén bien cuidados y que pasen sus años de vejez en la mejor compañía posible. Cosa que no se consigue en este lugar. A mayores decir que la responsable del lugar no tiene tacto ninguno con la gente mayor ni con los familiares de los mismos ya que grita cuando se altera tanto con unos como con otros. Pésimo lugar para dejar a los ancianos.

Una muy mala experiencia !!! Tuve una tía de 92 años , con Alzheimer, en este centro durante 6 años. Con el cambio de gerencia empezaron a amenazarnos con echarla, alegando que el centro no estaba preparado para este tipo de patología. Llegando al extremo de enviarla en una ambulancia a urgencias, a donde acude la familia y el doctor nos dice que no tiene nada fuera de lo normal. De regreso al centro en una ambulancia a las cinco de la mañana, acompañada por familiares , la sorpresa es que le niegan la entrada y nos dicen que allí no la quieren más, dejando a la señora en la calle a esa hora y sin preocuparse por su estado de salud. Los ancianos necesitan el cariño y la humanidad, de lo que carece este centro.