Llegamos con muchísima prisa. Se lo comentamos al camarero, Miguel, para que nos ayudara a escoger algo rápido. Nos sugirió el menú. Estaba todo buenísimo. Destaco que estuvieron atentos en todo momento para sacarlo lo antes posible. Acabamos a tiempo e incluso nos dio tiempo a que Miguel nos hiciera algunas recomendaciones sobre la ciudad. A sitios en los que te atienden así siempre quedan ganas de volver, espero que la próxima vez sea con un poco más de tiempo para poder disfrutarlo más.